martes, 1 de marzo de 2011

TREINTA Y CINCO.

TREINTA Y CINCO.
febrero 1976 –  febrero 2011. Treinta y cinco.
Martes  25 de enero - Martes 1 de marzo. Treinta  y cinco.
Seguro Nuevo de Cd. Juárez sobre Valentín Fuentes. Clínica Treinta y cinco.
Treinta y cinco. En numerología  se reduce a un numero: 3 + 5 = 8.  El infinito:

Martes 1 de marzo.
He celebrado mi cumpleaños número treinta y cinco hace solo un par de semanas . Recuerdo que hace años pensaba que  este cumple tenía que ser especial, que debía  hacer un viaje o una gran fiesta, algo único y diferente al resto de mis celebraciones, algo  que con el paso del tiempo me hiciera recordar este año por sobre los demás. Ten cuidado con lo que pides dice el dicho…
Mi cumple treinta y  cinco llego, y la celebración que lo acompaño en estas fechas no era una que yo realmente esperara, pero sin duda es una celebración de vida, de una vida que, aunque compartida por tan solo unos años,   me enriqueció notablemente.  El viaje  no es uno que comience hoy, si no uno que continua y continuara por el resto de mis días. Y cuyo destino aun no alcanzo a vislumbrar, - y tal vez no lo haga nunca.  El misterio es parte de la maravilla de viaje que llamo vida y por la que en este momento transito por mi cuenta, sin que a mis huellas las acompañe otro par.
Pero el treinta y cinco es un numero que se presenta hoy en mi vida más allá de mi edad actual. Treinta y cinco es la clínica del seguro social donde pase mucho  tiempo en los últimos meses. Donde discutí con alguna trabajadora social. Donde tuve que mentir para poder donar sangre.  Donde nos preguntaron si  éramos hermanos. Donde dije que eras mi familia. Donde contemple grandes lecciones de vida. Donde celebramos  tu ultimo cumpleaños.  Donde fui testigo de tu lucha. Donde me dijiste que debía aprender a decir no. Donde me dijiste que debía pensar más en mi.  Donde meditamos y volamos entre las nubes. Donde nos despedimos.   Y donde finalmente Jaime… falleciste.
Hoy hace treinta y cinco días que se me confió aquella dura verdad: que los doctores ya no podían hacer nada. Que solo nos quedaba esperar.  “Maldito cáncer”, lo admito, eso pensé  en esos días. Pero hoy comprendo que todo en nuestra vida se presenta por una razón, que siempre hay una lección si queremos verla. Y  esta lección para mi, fue finalmente confrontar mis apegos.
Hace treinta  y cinco días que comencé mi proceso de desapego hacia ti  para que el dolor no me incapacitara. Para poder actuar y apoyarte en esos que serian tus últimos días. Para poder  ser fuerte  a tu lado sin que fallara nada. Para poder seguir andando con Fe.  Para poder  actuar con Voluntad. Para que el  Amor siguiera alimentando nuestro ser,  libre de las cadenas del apego. Para continuar contigo en libertad, con Fe, con Amor y con Voluntad.   

Y hoy, a treinta y cinco días de que comenzara a soltarte. Hoy, que  mientras escribo estas líneas contemplo un atardecer hermoso,  radiante, lleno de colores tan intensos como los de nuestra vida juntos. ..  hoy… no se que sigue más adelante. Hoy a caído la tarde y la noche  está presente.
No sé que me espera. No se cuanto tiempo continuara mi corazón en luto.  No se cuanto más estarán estas lagrimas furtivas al acecho. No, no lo se.  Pero se y entiendo.. que la vida sigue.  Que las estrellas están allí en el firmamento, que la luna me acompaña.  Y que con este escrito pretendo,  al recordar estos treinta y cinco días pasados, vaciar en papel todo aquello que vivimos, todo aquellosque aprendimos, todo aquello que he aprendido tras tu partida.  Y con eso, aligerar mi carga para seguir adelante.
Este es un escrito que trata de mi. Y de ti. De estos treinta y cinco días que comenzaron contigo, que segui sin ti. Y en que finalmente, desde la plenitud que da el amar en libertad, mas alla de cualquier apego, mas alla del espacio y el tiempo, desde el amor del padre que es perfecto.. tomo ese amor que me legaste y lo reincorporo a mi vida.
Jaime, monkito cara de papa. Te ame. Te amo. Te amare. In lakesh. Por siempre: